29 agosto, 2010

Resolución y Refresco del Monitor

Autor: Almalasi
Web: http://www.configurarequipos.com/doc935.html

CUÁL ES LA MEJOR RESOLUCIÓN Y REFRESCO QUE PODEMOS UTILIZAR EN UN MONITOR.



En un monitor hay tres parámetros principales a configurar: Resolución, calidad de color y velocidad de refresco vertical. Vamos a dar un repaso a lo que estos parámetros significan y a cual es su influencia en la calidad de la imagen que se nos muestra.

Resolución:



La resolución de pantalla va a determinar el tamaño de la imagen que se nos muestre (a mayor resolución, menor tamaño de la imagen), pero también nos va a mostrar una mayor cantidad de datos.

Este parámetro influye también en la calidad de la imagen, aunque esta calidad viene también determinada por otros parámetros, tales como la calidad de color utilizada.

En los monitores CRT (Cathode Ray Tube, o de Tubo de Rayos Catódicos), en la que la imagen se generaba mediante un barrido de rayos sobre la capa de fósforo de la pantalla, esto era realmente así, dependiendo la resolución de la capacidad de la tarjeta gráfica y de la máxima permitida por el monitor y mostrando una calidad bastante uniforme, sin una excesiva influencia de la resolución en ésta.

Pero en las pantallas LCD esto es diferente. Una pantalla LCD (Liquid crystal display, o Pantalla de cristal líquido) utiliza un determinado número de píxeles, los cuales son controlados de forma independiente por un transistor cada uno de ellos (de ahí su denominación de TFT (Thin Film Transistor o Transistor de Película Fina)).

Esto básicamente se traduce en que dependiendo del tamaño de la pantalla, ésta va a tener un mayor o menor número de píxeles y un mayor o menor tamaño es éstos (aunque siempre dentro de unos límites bastante estrechos), pero a su vez va a influir en que va a ser precisamente a esa resolución a la que se obtengan los mejores resultados en cuanto a calidad de imagen se refiere, ya que las especificaciones de cada pixel, dadas por la tarjeta gráfica, van a corresponder con las de cada pixel de la pantalla.

Y en este caso se da precisamente el efecto contrario al comentado en un principio, es decir, que si aumentamos la resolución es cierto que va a disminuir el tamaño de la imagen, y también es cierto que va a aumentar el número de datos mostrados en la pantalla, pero cuanto más nos alejemos de la resolución óptima de la pantalla vamos a tener una pérdida en la calidad y definición de esta imagen. Y esto ocurre por una razón muy sencilla. Si la resolución que empleamos es menor a la resolución de la pantalla, la imagen se va a redibujar a fin de multiplicar el número de píxeles empleados, pero al tratarse de una resolución menor el uso de los píxeles mínimos que forman esa imagen está garantizado, aunque es muy posible que se creen efectos no deseados, tales como líneas diagonales sin la suficiente nitidez. Pero ¿qué ocurre cuando utilizamos una resolución mayor?

Pues ocurre que la pantalla lo que tiene que hacer en ese caso es justamente lo contrario, es decir, dividir el número de píxeles que tiene (y recordemos que este número es fijo) para conseguir mostrar la resolución que le estamos señalando.

Esto, en principio y en imágenes grandes, no debería suponer mayores problemas, pero si la imagen es muy pequeña, y por lo tanto implica muy pocos píxeles, al dividir éstos se pierde la información de algunos, y por lo tanto no se muestra su contenido.

La resolución óptima de cada monitor (es decir, la que se corresponde con el número de píxeles físicos de dicha pantalla) está determinada en parte por el tamaño de ésta, pero este no es un parámetro fijo, ya que depende a su vez del tamaño de pixel utilizado por el fabricante, aunque esto, como ya hemos dicho, suele tener una variación muy pequeña.

En general, la resolución óptima para monitores de 19'' (los más utilizados en la actualidad) es de 1280 x 768 píxeles (para un factor de imagen 4:3 o 16:9)

Existe además otro factor a tener en cuenta, y es que independientemente de la resolución óptima los monitores tienen también una resolución máxima, que es el tope de interpolación de sus píxeles. Forzar esta resolución máxima es la causa más frecuente de la pérdida de imagen en un monitor (no estando causada esta pérdida por una avería).

Calidad de color:



La calidad de color es el número de colores que se nos va a mostrar, expresado en bits.

En las gráficas antiguas o bien cuando no hay un controlador instalada se mostraban otros datos, y era normal que aparecieran los correspondientes a los colores máximos que se iban a mostrar (normalmente 4, 16, 32 o 256 colores), pero en las gráficas actuales, con sus controladores instalados, lo que se muestra es la calidad de color, expresada en bits.

las opciones son 16 bits y 32 bits. Una calidad de color de 32 bits corresponde a 24 bits de información de color más 8 bits de control, y permite un máximo de 16.777.216 (16.7 millones), que se considera color real o trueColor, y que es algo superior incluso al número de tonalidades diferentes que el ojo humano es capaz de diferenciar (estimado en 16 millones aproximadamente). Esta dato, en las gráficas antiguas, estaba muy ligado a la resolución máxima, ya que a mayor cantidad de colores mostrados era menor la resolución máxima soportada (hay que tener en cuenta que hablamos de gráficas con una memoria muy limitada, que nada tiene que ver con las cantidades de memoria gráfica que se utilizan en la actualidad).

Velocidad de refresco vertical:



Este dato, de gran importancia en una pantalla CRT, ha perdido buena parte de ésta en los monitores TFT. Controla la velocidad de refresco de cada línea de imagen, expresada en Hertzios, y una velocidad de refresco baja producía un parpadeo en la imagen, siendo normales en los monitores CRT velocidades altas de refresco (incluso superiores a los 100 Hz en ocasiones).

Un monitor TFT no trabaja por el sistema de barrido de rayos, por lo que ese parpadeo ha desaparecido prácticamente. De hecho el margen de refresco en los monitores TFT es muy pequeño (normalmente entre 56Hz y 75Hz), y lo normal es además que tan solo se pueda utilizar un refresco de 60Hz, pero contrariamente a lo que ocurre en un monitor CRT, un refresco a 60HZ en una resolución de 1280 x 768 nos muestra una imagen totalmente estable.

En la imagen superior vemos una casilla de verificación que indica Ocultar los modos que no se puedan mostrar en este monitor. Es muy importante tener esta casilla marcada, ya que si no es así y marcamos una velocidad de refresco que el monitor no admite no se va a mostrar ninguna imagen, saliendo el clásico aviso de Out of range o Fuera de rango.

Bien, visto esto podemos sacar la conclusión de que la mejor calidad de imagen en un monitor TFT se nos da cuando configuramos éste en sus opciones por defecto, pero siempre podemos experimentar. Los cambios en los parámetros tienen un botón que indica Aplicar. Al contrario de lo que ocurre con otros parámetros, en este caso se nos van a mostrar los resultados durante un tiempo determinado (15 segundos), pasados los cuales si no aceptamos el cambio de forma definitiva la pantalla vuelve a su configuración anterior. Esto es de gran utilidad, ya que en caso de no verse bien o de haber cualquier problema tan sólo tenemos que esperar esos 15 segundos para que la imagen vuelva a la normalidad.

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