23 agosto, 2010

Averia del disco duro

Autor: Josito
Web: http://www.configurarequipos.com/doc465.html

AVERÍAS MÁS FRECUENTES EN UN DISCO DURO Y SUS CAUSAS.



El disco duro es uno de los componentes del ordenador que consta de partes tanto electrónicas como mecánicas, por lo que puede sufrir averías de ambos tipos.

Es cierto que la calidad de los discos duros es muy alta, pero también requiere que sus partes móviles tengan un perfecto funcionamiento y una gran precisión.

Los motivos más frecuentes de avería en un disco duro están relacionados con la alimentación de este. Esta causa de avería veremos que es la principal causa de avería en la practica totalidad de los componentes de un ordenador, y sin embargo es una de las causas que es relativamente fácil de prevenir. Como iremos viendo, una buena fuente de alimentación nos va a evitar muchos inconvenientes y gastos.

Las averías del disco duro tienen un componente de costo añadido. Al costo del disco en si hay que añadirle el causado por la pérdida de los datos contenidos en este, y como mínimo, en el caso de que tengamos copia de seguridad de todos nuestros datos, el de la reinstalación de todo nuestro software.

Las averías de un disco duro pueden ser de dos tipos:

Electrónicas.


Imagen que nos muestra la placa de control de un disco duro.

Las averías electrónicas en el disco duro están causadas la inmensa mayoría de las veces por un fallo eléctrico (sobretensión) que provoca la avería de la placa de control del disco.

Un exceso de temperatura también puede ser causa de una avería electrónica del disco duro.

Las averías electrónicas no avisan. Está funcionando bien y de pronto deja de funcionar.

Una característica de estas averías es que el disco deja de ser reconocido incluso por la bios de la placa base, aunque se puede dar el caso de que siga siendo reconocido, pero sea incapaz de comunicarse con el ordenador.

Mecánicas.


Vista de los discos y las cabezas de lectura de un disco duro.

Las averías mecánicas del disco duro son más frecuentes que las electrónicas, aunque con las mismas consecuencias, es decir, la inutilización de este y la consiguiente pérdida de datos.

Estas averías pueden afectar a dos componentes: Al motor que hace que gire el disco y al sistema de cabezas lectoras.

También pueden estar causadas por problemas en la alimentación, pero en este caso hay que añadir unos cuantos motivos más, entre los que cabe destacar:

Vibraciones.- Causadas la mayoría de las veces por una mala colocación del disco, como por ejemplo no estar sujeto firmemente por los dos lados (es muy aconsejable que esté sujeto con 4 tornillos correctamente fijados).

Golpes.- A veces golpeamos la caja sin querer, repercutiendo este golpe en los componentes del ordenador. Esto es especialmente grave si además el disco está trabajando en ese momento.

Mala manipulación del disco.- A veces manipulamos el disco y no tenemos el debido cuidado al ponerlo sobre una superficie, dejándolo caer bruscamente o golpeándolo.

Apagados continuos cuando está trabajando.- Estos apagados pueden estar provocados por fallos eléctricos o por nosotros mismos.

Desgaste.- Se trata de piezas mecánicas móviles, a lo que hay que añadir que trabajan a una gran velocidad y con una gran precisión. Estas piezas tienen un desgaste natural y aunque su ciclo de vida útil es muy grande no es eterno.

Las averías de tipo mecánico tienen la ventaja sobre las de tipo electrónico de que suelen avisar con síntomas tales como fallos en los accesos al disco cada vez más frecuentes y sobre todo ruidos (el clásico clic clic clic muy seguido), con lo que nos permite en muchas ocasiones poner a salvo nuestra información.

Aunque lo más normal es que se trate de un problema de software, la pérdida del NTLDR con una cierta frecuencia es también un síntoma de fallo del disco duro.

Las averías en los discos duros se pueden prevenir con una serie de cuidados, entre los que podemos citar:

- Utilizar una buena fuente de alimentación.
- Utilizar una buena caja (no solo que sea bonita) en la que el disco duro quede bien sujeto.
- Asegurarnos de que tenga una buena refrigeración, evitando en lo posible instalar dos discos juntos (dejando siempre un espacio entre ellos) y recurriendo si en preciso a un sistema de ventilación.
- Evitando golpear la caja y los desplazamientos bruscos de esta (sobre todo si el ordenador está en funcionamiento).
- El uso de un SAI es en todo caso una opción muy recomendable.

Y, como norma general, apagar o desconectar siempre el ordenador si tenemos un apagón. Las mayores sobretensiones (y las más peligrosas) se producen precisamente cuando se restablece el suministro eléctrico. Es conveniente conectar el ordenador, la impresora y la pantalla en una regleta con interruptor y a ser posible con fusible.

Las reparaciones de averías en los discos duros pasan siempre por enviarlos al fabricante o bien a servicios técnicos especializados en este tema, y en la mayoría de las ocasiones su costo supera con creces al de un disco duro nuevo.

La excepción es cuando se trata de una pérdida de sectores (sectores dañados).

En estos casos podemos intentar repararlo utilizando un programa del tipo HDD Regenerator 1.51, con el que podemos recuperar gran parte de esos sectores dañados.

En cuanto a la recuperación los datos contenidos en un disco duro averiado, existen empresas especializadas en ese tema, pero los costos son altísimos, por lo que solo suele ser rentable para aquellos que no puedan prescindir de los datos perdidos.

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