28 agosto, 2010

Averías de la RAM

Autor: Josito
Web: http://www.configurarequipos.com/doc468.html

CAUSAS QUE PUEDEN ESTROPEAR UNA MEMORIA



Para empezar hay que señalar que un módulo de memoria es muy difícil que se estropee, pero hay una serie de motivos por los que esto puede ocurrir.

Para evitar sorpresas es muy conveniente que cuando pongamos una memoria lo primero que hagamos (sobre todo si no se trata de una memoria de marca de calidad reconocida, como es el caso de Kingston, Buffalo, Corsair, Samsung, Elixir y otras) sea hacerle un test de memoria.

En Windows Vista la forma de hacerlo de describe en el tutorial Comprobar la memoria en Windows Vista. En otros Windows debemos recurrir a algún programa de testeo de memoria, como es el caso de Memtest86 3.3.

Este análisis lo debemos hacer de la forma más completa que nos sea posible.

¿Por que debemos hacer esto?. Pues porque la mayoría de las memorias que fallan se debe a que ya estaban mal cuando las compramos. El que tarde mas o menos en dar un fallo puede depender tan solo del tiempo que se tarde en utilizar ese área en concreto de la memoria.

Este riesgo es menor cuanta mayor sea la calidad de la memoria (claro que a mayor calidad mayor precio).

Los síntomas de avería en un módulo de memoria son muy variados, y van desde el típico pantallazo azul a fallos en la instalación de programas y en la ejecución de estos. Quizás el más típico de todos es el que surge al instalar el sistema operativo (sobre todo Windows XP y Windows Vista) de no permitir copiar una serie de archivos.

Los motivos por los que una memoria puede estropearse (descontando por supuesto que la avería no sea de la memoria en si misma, sino de la placa base) son tres:

Mala manipulación.

Un golpe, o mas bien que se nos caiga al suelo.
Que pongamos el módulo de memoria sobre una superficie metálica haciendo contacto con los contactos del módulo.
Que sufra una descarga de electricidad estática (debemos tener mucho cuidado al tocarla, asegurándonos de descargar la electricidad estática que tengamos en nuestro cuerpo antes de manipularla).
Que le caiga un líquido encima (sobre todo refrescos). Descartados estos casos, los módulos de memoria son bastante resistentes.

También se puede estropear por colocarla mal, por lo que debemos asegurarnos al colocarla que queda perfectamente encajada.

Suciedad.

La suciedad, más que estropear la memoria, nos causará un mal funcionamiento que se solucionará en cuanto la limpiemos.

Lo más normal suele ser que con el tiempo los contactos se ensucien, por lo que debemos quitarla y proceder de la siguiente forma:

Con una goma de borrar blanda limpiamos bien los contactos. A continuación les pasamos un trapo con un poco de alcohol (OJO, solo húmedo) y para terminar la secamos muy bien, asegurándonos antes de volver a colocarla de que está completamente seca y sin humedad.

Sobrecarga eléctrica.

Este es un motivo que se nos repite en todas las averías de nuestro ordenador. La calidad de la fuente de alimentación que tengamos es fundamental para evitar este tipo de averías, así como un medio de protección contra las sobrecargas, como puede ser la utilización de un SAI o de una regleta de enchufes con regulador.

Temperatura.

Esta si que es la causa más frecuente de que un módulo de memoria se estropee.

Solemos pensar en la temperatura refiriéndonos al procesador, a la tarjeta gráfica, a veces al disco duro... pero rara vez cuando pensamos en este problema pensamos en los módulos de memoria.

Pues bien, se trata de un elemento que puede llegar a coger una temperatura bastante alta. A la temperatura de funcionamiento lógica de todo elemento electrónico hay que añadirle en el caso de los módulos de memoria que no siempre se colocación es la más adecuada, estando en muchas ocasiones bastante cerca del disipador del procesador.

También es frecuente que queden practicamente ocultas por los cables y fajas de nuestro ordenador, lo que hace que su ventilación sea practicamente inexistente.

Para evitar esto debemos tomar una serie de precauciones, como por ejemplo:

- Asegurarnos de que el ordenador está perfectamente refrigerado en general.
- Mantener los módulos de memoria siempre despejados y limpios. El polvo en sí mismo no suele causar averías, pero si que evita que el calor se disipe correctamente.
- Si hacemos un uso de nuestro ordenador que requiera que este trabaje de forma intensiva o muy continuada, debemos poner en los módulos de memoria unos disipadores para ayudar a su refrigeración.


A la izquierda, memoria Kingston de la serie Hyper, que ya van refrigeradas. A continuación dos tipos diferentes de disipadores para módulos de memoria.

Contrariamente a lo que algunos pueden pensar, un virus no estropea un módulo de memoria (ni puede coger uno, tan solo se pueden alojar temporalmente en ella), ya que estos son de tipo RAM (Random Acces Memory) volátil y cada vez que apagamos el ordenador se descarga (elimina) toda la información que contienen.

Un módulo de memoria no se deteriora por el uso, ya que no sufre desgaste alguno.

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