"La máquina de escribir: la compañera olvidada en un rincón"

Máquina de escribir Olivetti de Günter Grass. (Ilustración: EL MUNDO)

Recuerdo cuando tuve mi primera máquina de escribir, fue una que me trajeron los Reyes Magos. La recibí con mucha ilusión, por fín podría hacer mis trabajos con una letra muy bonita.

Tardé poco tiempo en descubrir cómo funcionaba cada uno de sus mecanismos:

- introducir y colocar bien el folio
- situar los márgenes derecho e izquierdo
- colocar el rollo de tinta
- teclas especiales como: la tecla mayúsculas para conseguir elevar el carro; tecla retroceso para corregir un fallo; tecla taburador para conseguir columnas; tecla especial para saltar el límite del margen derecho, ...

Y recuerdo cómo me causó un grata impresión el sonido de la campanilla al final de la línea y los royos de tinta de dos colores, ya podía escribir en negro, azul o rojo.

Luego llegaron inevitablemente las clases de mecanografía, con las que conseguí los tres títulos de los que dispongo y lo más útil, los pequeños trucos:

- La goma de borrar bolígrafo para borrar los fallos.
- Tapar con tipet los fallos y después fotocopiar el folio.
- Colocar un calca para tener varias copias.
- Realizar todo tipo de tablas, líneas, dibujos, ...

Quién la haya usado, echará de menos:

• El olor a tinta.
• El sonido de las teclas.
• El movimiento del carro de un lado para el otro y de arriba para abajo.
• Las pequeñas reparaciones y las manos llenas de tinta.

Pero, a pesar de todo, llevo mucho tiempo que la tengo olvidada en un rincón de la casa.

¿Por qué?

Si con ella se escribe a mayor velocidad (pulsaciones por minuto), con una letra clara y legible, y consiguiendo una buena presentación.

Pues muy sencillo,

llegó el ordenador, y con él los procesadores de texto y la necesaria impresora.

En el mercado, podemos encontrar una gran variedad de procesadores de texto, desde los más simples como el Bloc de Notas, WordPad, ... , a los procesadores de texto más completos como Microsoft Word, Corel WordPerfect, Open-Office Word ...

Los procesadores de texto se utilizan para crear cartas, informes, archivos periodísticos y en definitiva para todo tipo de documentos.

A diferencia de las máquinas de escribir, los procesadores de texto nos ayudan en la corrección de errores, la inserción y borrado de bloques de texto, a trasladar texto dentro de un documento, ...

Cuando utilizamos un procesador de textos, lo que estamos escribiendo aparace en pantalla, y ahí podemos hacer las modificaciones oportunas.

Al terminar su edición y formato podremos imprimir el documento en papel tantas veces como nos sea necesario, y en cualquier momento podremos volver al documento y realizar las modificaciones que estimemos oportunas, obteniendo en muchas situaciones un ahorro considerable de tiempo si lo comparamos con la tradicional máquina de escribir.

Ya nos podemos imaginar por qué han sustituido a las máquinas de escribir.

Olvidaba comentar, que también se fabricaron máquinas de escribir eléctricas que tenían una pequeña pantalla de cristal líquido en la que iba apareciendo el texto que escribíamos y así podíamos corregir los fallos a tiempo, y una impresión por margarita (rueda de plástico con las letras) que mejoraba la calidad todas las letras impresas.

El motivo, las usé en contadas ocasionas y no llegué a conocer en profundidad su funcionamiento.

NOTA:

Recuerda: "Si se va la luz siempre podrás contar con tu vieja amiga, la máquina de escribir".

NOTA 2:

Ayúdame a comentar las ventajas y los inconvenientes de escribir con el ordenador.
(Para ello deja tus comentarios aquí debajo)

Ventajas

- Podemos elegir muchos tipos de letra (tamaño, color)
- Permite insertar fácilmente tablas, dibujos, gráficos.
- Podemos mover cualquier texto por todo el documento (copiar/cortar y pegar)
- Podemos cambiar todo lo que queramos y si no nos gusta deshacerlo (flechas de hacer y deshacer)
- Se pueden hacer cambios a un documento por fechas.

Inconvenientes

- Consume energía eléctrica (mayor gasto y si hay corte de luz no podemos escribir).
- Se cansa más la vista al mirar la pantalla del ordenador.
- Se plagian los documentos (debido a la facilidad de copiar y pegar textos).
- Otros.


NOTA 3:

Google tiene una utilidad gratuita Google Docs: es una forma de escribir documentos sin tener ningún paquete de ofimática instalado (Ej.: Microsoft Office, Open-office, ...).
Sólo necesitas tu navegador web.

Es indiscutiblemente el rey de las aplicaciones online, esta suite ofimática permite hacer muchas de las cosas que hacemos con aplicaciones como OpenOffice.org pero con la ventaja de que puedes acceder a tus documentos desde cualquier ordenador y, sobre todo, compartirlos con otras personas para que todos podáis editar una única versión de un documento. Si alguna vez has trabajado en grupo sabrás lo que significa editar cada uno su propia versión y luego poner en común los cambios: un quebradero de cabeza.